lunes, 6 de febrero de 2023

¿Quién te salva del Apocalipsis? Piensa, piensa.


(Post rescatado del 2022, y a su vez del 29 de setiembre del 2018) 

 Rebuscando en mis archivos he encontrado un post del 2018 que me ha parecido genial, digno de rescatarse. Incluye una pregunta de mis guías y una toma de consciencia. Me viene muy bien releerlo al día de hoy, 9 de agosto del 2022

29 setiembre 2018 

Estoy a vueltas con lo apocalíptico, porque hoy acabé de leerme online un libro de una señora del mundillo "contactado" con entidades espirituales "x". No digo nombres porque no quiero hacer cotilleo, sino hablar del fondo del asunto. (Yo es que me leo todos los libros autobiográficos que encuentro, de personas a las que les "pasan cosas raras". Aunque no soy fan de los sectores en los que se mueve esta señora, de todo relato vital aprendo) 

Resulta que la mujer cuenta que tuvo un sueño apocalíptico super intenso y terrible siendo adolescente (más o menos a finales de los años 70), en el que todo era arrasado con bombas nucleares, un panorama devastador. La angustia en el sueño desaparecía cuando, al cabo de un tiempo, vio unas luces en el cielo, pensó que serían helicópteros del ejército que venían al rescate (aunque era improbable, porque la devastación era casi continental) y resultó que no, que eran ovnis. De ellos salieron unas personas guapas y maravillosas que, en un clima de "paz, amor y bien", se dedicaron a cuidar a los heridos y a sanar a todo el mundo con "la energía" y sin necesidad de nada más. 

La joven fue tocada en el corazón por la energía de esos seres y eso cambió su vida... Aunque aparcó el sueño durante años, más tarde, a raíz de adentrarse en el yoga, desarrolló ciertas sensibilidades, y el resto de su biografía es un deambular por toda clase de vivencias, en las que el elemento sanador/extraterrestre aparece una y otra vez. 

La cuestión es que recibió mensajes reiterados, a través de diversos médiums, supuestamente de parte de esos "extraterrestres" de su sueño, según los cuales la tierra viviría una devastación similar a la del sueño, y eso sucedería en breve y por esa razón ella debía convertirse en sanadora, para poder ayudar cuando eso pasara. "En breve" significaba alrededor de los años 80, pero pasaron los 80, los 90, y nada. 

Ante las preguntas de qué pasaba con la catástrofe (porque la mujer sí hizo todo lo aconsejado para volverse sanadora y creó círculos de sanación, etc) los seres aquellos le decían que había sido aplazado, pero era "inminente". Y así hasta el 2012, con aquella retórica que hubo sobre la tan mentada "Ascensión" planetaria y final del mundo, y de nuevo todo se aplazaba... la catástrofe del Fin del Mundo no llegaba, aunque toda la vida de esta mujer, la de su marido y muchas más personas, había sido rehecha y reconstruida desde la base, supuestamente para prepararse para el final. Y así siguen... 

Todo junto me recuerda a cuando, en los primeros años 80, muchos vivimos con el terror de las bombas nucleares que hubo durante la Guerra Fría. Entre los 70 y los 80 muchas personas llegaron a construirse refugios anti atómicos, subterráneos, en sus terrenos particulares. Luego aquello pasó... 

Realmente, si hubiera habido una catástrofe de tal magnitud, no sé yo si es bueno o malo sobrevivir en un refugio, o morirse a la primera, porque la agonía sería más corta. Depende del tipo de apocalipsis que uno se imagine, sobrevivir es casi peor que palmarla rapidito. En fin... 

Pero traigo esto a colación porque, tras leerme este libro, he pensado en la recurrencia en todo el tema de alienígenas y extraterrestres, de los anuncios apocalípticos. Es que es un clásico. 

 Por ejemplo, en el libro "Abducciones" del psiquiatra John Mack que me leí hace meses, varios de sus pacientes relataron sueños similares al que vivió esa mujer, tras su shock post traumático: TODOS esos pacientes pensaban que había un Apocalipsis inminente, pero el libro narra acontecimientos de los años 60´-70´. 

Todos esos pacientes han ido haciéndose mayores sin ver el apocalipsis anunciado para "ya, enseguida". Cosa de la que me alegro mucho ¿eh?. En serio. Porque prefiero que no hayamos explotado en pedazos o muerto en masa. Pero el tema da qué pensar. 

Estaba pensando todo esto y he revisado de nuevo mis propios sueños apocalípticos. Los primeros fueron hace muchos años, y trataban sobre inundaciones, tsunamis y cosas así. Los segundos, eran  terremotos y tal. Los de ahora, son con fuego. En todos ellos, sobrevivo y nunca lo hago sola, sino que al final me veo buscando un nuevo lugar para vivir con un pequeño grupito. 

Entonces, revisando esto, mis guías, muy agudos ellos, me han preguntado con tono de maestrillos: "¿Y bien? ¿Quién te ha salvado en esos sueños?"

Ah, interesante pregunta. Porque claro, la gente que sueña con Apocalipsis y ovnis, son rescatados por naves espaciales o ayudados por seres de otros mundos que aterrizan para ayudar. Los cristianos mesiánicos creen que pronto vendrá el fin del Mundo y Jesús les salvará, etc. Pero ¿Y mis sueños...? ¿Quién me salvaba?

Pues nadie me salvaba. Me salvaba yo gracias a una especie de sexto sentido, siguiendo una sensación profunda que me iba alertando o inspirando. Y luego con esfuerzo, ya en un grupito de supervivientes que nos íbamos juntando, abriéndonos camino por un mundo en caos. Pero ni ovnis, ni Jesús, ni nada. A mí no me salvaba nadie. 

Bueno, espera, ¿he dicho nadie? Un momento, porque tal vez sí hubo alguien... De golpe me he acordado de un sueño que tuve hace muchos años en el que huía de Barcelona debido al anuncio o presentimiento de un terremoto o destrucción total e inminente, y me acababa encontrando con unas misteriosas "niñas" que no eran tales, porque entraban y salían de la tierra, en un barranco junto al camino. Y entendí que eran una especie de "hadas", aunque realmente no sabía cómo llamarlas. 

Esas "niñas" se burlaron de los zapatos de tacón que llevaba yo en aquel entonces: "Así no vas a poder ir muy lejos". Yo me enfadé y les dije, desafiante, que si fueran hadas de verdad me ayudarían en lugar de burlarse de mí. Entonces ellas me llevaron a un lugar al que se entraba por unas raíces de árbol y allí se convirtieron en ancianas milenarias y antiquíiiiisimas, que vivían en un mundo subterráneo, fusionadas con la tierra y las raíces. 

Las "ancianas/niñas" eran amor y sabiduría profundísimas, tanto que no se podía ni soportar aquello y mi mente colapsaba. Me regalaron un librito minúsculo, vivo, que cabía en la palma de mi mano. Se titulaba "El libro de las flores pequeñas" y parecía que trataba de las flores, pero en realidad trataba del florecer en lo pequeño y del poder de lo pequeño. Era un libro de tapas blancas del que brotaban diminutas flores blancas, porque estaban vivas. La energía que desprendía el librito con sus florecitas era de tal tipo, entre ardiente y sagrado, emotivo y viviente, que me costaba soportarla y yo nada más lloraba. 


De golpe me encontré de regreso en el camino, sin poder recordar cómo fue la entrada ni la salida, ni apenas nada de lo sucedido en ese mundo subterráneo sagrado y maravilloso (como si mi mente no fuera capaz de enfocarlo o abarcarlo) Pero el librito vivo sentí que estaba "dentro de mi" (como si hubiera entrado a mi interior atravesando la palma de mi mano) y con mis manos agarraba otro regalo de las "hadas" o ancianas-niñas de las raíces: un par de botas de cuero, para que me las pusiera y anduviera por los caminos del campo. 

Moraleja: lo primero son los pies. Y por favor, no lleves más esos tacones horrorosos y anti-tierra. Y deja el mundo fashion, hazte un favor, ponte unas buenas botas de montaña o de caminante y vete al monte. Fin.

Al recordar este sueño hoy, (gracias a la pregunta de mis guías) he entendido que, en realidad, sí recibí ayuda, pero no fue un acto de "salvarme" en plan "hacérmelo todo" sino que consistió en darme visión/inspiración y semillas para un futuro. Porque me desperté de aquel sueño cambiada y maravillada. Aun vivía en Barcelona, tenía mi vida de fashion victim-diseñadora, etc, pero aquel sueño no me dejó igual. Yo huía de una catástrofe devastadora y acabé en un mundo de raíces y seres sagrados con flores blancas diminutas brotando de un libro ... Uf. 

¡Aquello chocaba tanto con mi vida...! Y de algún modo, me encontré añorando la vida del sueño, y sintiendo lo estéril y condenada a la "destrucción" que era la otra. 

Hoy he comprendido que, así como en la vida de esa señora del libro que me acabo de leer, su sueño le mostró los extraterrestres salvándola y al final resultó que iban a ser recurrentes en su mundo interior, a mí los sueños me mostraron -ya hace muchos años-, que mi camino tendría que ver con la Tierra, con las ancianas ocultas (Las Abuelas Primeras, y Las Abuelas Tierras) y con las raíces de los árboles y de todas esas cosas arborescentes. 

Claro que en su dia no lo entendí, porque me faltaba mucho por vivir y aprender. Así que durante un tiempo me atasqué pensando en el concepto "hadas", tratando de entender qué hadas ví, y era una pérdida de tiempo, porque no se trataba de eso. La mente traduce como puede las realidades soñadas que la superan, y yo pensé en "hadas" solo porque ví "niñas mágicas" y, en mi cultura, ambas cosas tenían una conexión. Por lo demás, ni siquiera he entendido aun hoy el significado del librito aquel... Aunque puedo sentir su energía si lo evoco. Y me vuelvo a emocionar. 

 Pero hay más. Porque en los sueños que he tenido este año de devastación por fuego, si me fijo, ¡también he recibido ayuda! Ángeles... Solo que además de eso, era como si yo estuviera siendo llamada a formar parte de una especie de defensa de un lugar. 

Ahora he estado observando este lío de sueños últimos de destrucción por fuego, y al juntarlos con el de las ancianas-de las raíces y los de los extraterrestres que narra tanta gente, he visto un patrón. Tiene sentido que cuando huía de terremotos (elemento tierra) hace décadas, me ayudaran unas entidades subterráneas, es decir "de la Tierra". Ahora estoy en el elemento fuego, y es distinto porque además mi rol en los sueños es más activo y hay una encrucijada en la que se me ofrece implicarme en una especie de "defensa". 

Ha sido inquietante soñar a veces con ángeles destruyendo algunos espacios con fuego, pero ¿No tuve en el pasado varios sueños chamánicos en los que yo misma fui destruida por el fuego, todo para quemar lo viejo de mi ser, y renacer de otra manera? ¿No existe un fuego que transmuta y sana? ¿Y si estos sueños se refirieran a eso? ¿Y si reflejaran una posibilidad, que es participar en la "destrucción" de lo caduco, lo podrido, lo tóxico? 

Cada elemento funciona de una manera. Y para mí, los ángeles siempre han sido de fuego, de manera que es normal que, en mi mundo onírico, salgan asociados con el fuego. Y existen algunos ángeles destructores. Podrían verse entonces como "fuegos destructores". Serían como la fiebre. Incomodan, pero purifican. Así que me he dado cuenta de que los sueños en el fondo, se cumplen, porque expresan verdades que laten con nosotros, solo hay que saberlos interpretar. La destrucción del mundo suele reflejar la destrucción de nuestras vidas internas, de nuestros esquemas o, a veces, de familias o sociedades enteras debidos a grandes crisis. 

Por suerte, estos sueños rara vez responden a hechos materiales tipo guerra o catástrofe literal. No es que sea imposible que suceda (y a veces, pasa) pero vamos a decir que no es lo más común que los sueños apocalípticos se cumplan "material y literalmente". Y cuanto más fantásticos son los elementos del sueño, más visos hay de que estén simbolizando otra cosa y haya que interpretarlos en otro nivel. 

Extraterrestres, hadas, ángeles, viejas en las raíces... Los extraterrestres simbolizan sin duda un camino de manejo de energías 100% mentales, sin mucho contacto con la Tierra. De hecho, la señora del libro afirma que aquellos seres le dijeron una vez que nunca habían estado encarnados. Lógico. Me cuadra. Y por eso los grupos de personas que "siguen" a los et´s como guías, añoran las naves espaciales y tienen tanto déficit de tierra. Pero las viejas en las raíces son otra cosa. 

¿Y los ángeles? El fuego creador que late en cada cosa. Una energía difícil de describir, que quema y da vida a la vez. Amada y buscada en su faceta hermosa y vivificante, pero temida y aterradora cuando hace con tu vida una hoguera de la que no queda nada, salvo el huevo del ave fénix, y eso si lo incubaste dentro con cuidado alguna vez. 

                                       

En resumen: si ahora sueño tanto con destrucción por el fuego, será que mi vida interior actual se va a ir al traste again (qué le vamos a hacer), pero como en esos sueños también me ofrecen implicarme, será que hay "huevo" y bueno, habrá un renacer y una nueva etapa en alguna parte, esperándome. 

Puedo oir a mis guías haciendo guasa, Anubis el primero, aplaudiendo y diciendo: ¡Bieeen, lo has entendido por fin! (Plas, plas, plas)

Y la pregunta para quienes lean esto y también tengan sueños de catástrofes, es: ¿Y tu apocalipsis cómo es? ¿Te ayuda alguien? ¿Quién o qué te salva...? Porque lo que salga en tus sueños, tiene que ver con tu alma y con las energías y realidades que te van a acompañar en los años venideros. 



domingo, 8 de enero de 2023

Para muchos, lo que estorba es la materia.




Publicado en mi muro del face, el 2 de enero del 2022


El discurso que oigo hoy en mi interior. Una vieja chamana me dice todo esto:

"¡Cuánta gente está buscando escapar de las leyes materiales, de la vivencia del tiempo lineal, con sus esperas para que las cosas crezcan y maduren; del esfuerzo inherente a toda supervivencia o creación; del dolor que producen algunas pérdidas...!

"Es la materia la que estorba a muchos de los que toman los caminos llamados "espirituales", o de "energía", chamánicos, o incluso los llamados mágicos. No digo que estorbe a todos, porque hay quien toma estos caminos casi obligado por la fuerza de sus vivencias nunca buscadas (como ha sucedido siempre con tantos chamanes, "elegidos" y acosados por los "espíritus") Pero sí estorba a muchos."

"Pues es seductora la idea de que, aprendiendo el manejo de las energías, el lenguaje misterioso de "entidades" espirituales, o el salto de un estado de conciencia normal a otro de conciencia acrecentada, podrás lograr antes, y más fácilmente, muchas cosas; realizar sueños impresionantes; esquivar la soledad; adquirir, en definitiva, poder sobre los elementos, y de paso eliminar contrariedades e imprevistos."

"Esto es lo que más vende, de hecho: 
"Aprende esto y aquello y transformarás tu vida en un sinfín de logros, de éxitos, de prosperidad y abundancia. Y todo va a ser rápido, en un fin de semana, o en pocos, y además va a durarte para siempre."

"No hay nadie que venda la verdad, porque la verdad no hay quien la compre. 

"No resulta agradable que te digan: "Mira, cuanto más aprendas, más responsable habrás de ser con lo que haces". 
O que te digan: "Mira, en realidad, todo lo que aprendas sobre la energía y los estados de conciencia, no va a garantizarte que no tengas problemas. Y no va a eliminar de tu vida el trabajo necesario con la materia, el esfuerzo y el necesario aprendizaje de la paciencia y la espera. 
"Porque la naturaleza tiene sus leyes, y en tanto que seas cuerpo de carne y hueso (además de espíritu) vives sometido a ellas. 
"Y en La Naturaleza hay esfuerzo, hay acción/trabajo, hay espera incluso de años (y muchos años, a veces) para ver algo crecido y consolidado, como por ejemplo un árbol."

"Es más, el "ver" y saber acerca de la energía mucho más que otros, no te aportará precisamente facilidad para muchas cosas, sino al revés: complicación. Porque vas a volverte distinto, y vas a tener que lidiar con la dificultad de integrar tu rareza en un mundo que sigue otros criterios, y no contempla tus parámetros. 

"Porque además (la mayoría) ya no vivis en sociedades de mentalidad chamánica, y no podéis andar por ahí haciendo experimentos con la energía y pretender luego que no os pase nada; así que cuando os pase, tal vez estareis muy solos con lo que os pase, tanto si es bueno, como si es malo. 
"Y eso es duro. 
"Y aunque querais crear grupos, y uniros a otras personas afines, cosa loable, también os costará esfuerzo, porque la creación de redes, de comunidades, no es nada sencilla. Tampoco su mantenimiento"

"Pero además, todo el manejo de energías que aprendas, no te evitará vivir como un cuerpo humano que necesita lo que todos los cuerpos. Y tendrás que pensar en darle a tu cuerpo lo necesario. Y eso implica lidiar con lo complejo que es integrar, hoy por hoy (en vuestro tiempo actual) la adquisición de dinero en un sistema que va, en muchos casos, en contra de lo que aprendes desde tu cosmovisión chamánica"

"Por lo tanto, este camino sigue siendo lo de siempre: Un camino que sólo los locos buscan adrede; y que si lo toman esos inconscientes, lo abandonan al poco tiempo, al descubrir que no les proporciona toda esa "facilidad", comodidad, placer y abundancia que pretendían lograr con tales aprendizajes. Porque a largo plazo no les ha evitado el trabajo, ni el esfuerzo, ni el dolor, ni los conflictos."

"Al final, sólo prospera en el camino chamanico quien no puede ser de otro modo, porque casi es como que está "hecho" así, y casi, casi se siente obligado a aprender, porque la realidad chamánica le persigue de un modo u otro, y no le queda otro remedio"

"Aprender cuatro técnicas es una cosa; convertir ciertos conocimientos en un oficio para ganarse la vida es otra; y vivir como "persona-medicina-espíritu" plenamente entregada al Gran Misterio/ Vida, perseverando en ello hasta el fin, aún es otra cuestión."

"Entrar en el camino "mágico/ espiritual" para buscar poder personal es tan loco como ir camino de La Unidad pensando que "tú" (ja, ja) vas a seguir siendo la prioridad. Porque el verdadero poder emana de la Unidad, y en ese camino hacia la Unidad el "yo" se rompe, el ser humano se descorteza. 

"Y además, en este proceso, de manera inevitable, se vive dolor. Puede ser más, o puede ser menos, pero es normal vivir dolor porque la vida material se rige en torno a la consolidación de estructuras suficientemente estables como para permitir la vida. Esta estructuración en estabilidades la necesita también nuestra mente para no enloquecer."

"La rutina, saber que cada día sale el sol y cada noche hay estrellas, que el agua caerá del cielo en forma de lluvia de vez en cuando, o que si dejas caer un objeto siempre cae al suelo, os permiten planificar y crear. La vida no es posible si se viven cambios a cada segundo, sin inercia, sin repetición, sin saber qué esperar a cada paso. La mente no lo soportaría, pero además, no se podría crear nada: un hogar, unos hijos, una comunidad, incluso una pequeña obra de arte requieren que se cumpla cierta repetición, cierta rutina, cierta estabilidad. Esto es la materia. Es así y así está bien, para que podais tener cosas sólidas en las manos."

"Pero la misma solidez que buscáis vivir y manifestar en forma de proyectos, creaciones, etcétera, se os filtra en el ser y consolidáis un yo, unos modos, unas actitudes, una manera de ser más o menos fija y estable, que os permite interactuar con los demás sabiendo unos y otros a qué ateneros. Imagínate que vieras a una persona y cada día fuera diferente. No sabrías a qué atenerte. No sabrías cómo relacionarte con ella. Sería comparable a un día en el que de repente no venga noche, o como una tierra donde tal vez no haya gravedad, o como una planta cuyos brotes tal vez no crezcan como suelen hacerlo, sino que de repente se desestructuran y dan lugar a otra planta que no era la que querías, o esperabas".

"La estabilidad no es mala, o deberíamos decir la "relativa" estabilidad y repetición. Ser sólidos y fijos no es "negativo". Sólo tiene su lugar, y este es: TEMPORAL. 

"Pero cuando la necesidad interior de cambio pulsa, el germen interno rompe las cortezas y eso puede doler. Es la muerte del "yo" anterior, de esa personalidad a la que estábais acostumbrados, y los demás también estaban acostumbrados a "eso" que érais. 

"Así que también puede haber un rechazo externo a vuestro cambio, pero no porque la gente sea mala y desconsiderada, sino porque es una ley de la vida material que todos lleváis dentro, desear "cierta" estabilidad en los demás (y en vosotros mismos). Por eso, dependiendo de la etapa que viva cada uno, le puede contrariar un cambio".

"En definitiva, seguir un camino de aprendizaje en lo chamánico no le va a ahorrar a nadie la vida en la materia, y ésta tiene sus leyes. Y fíjate ahora cuán cierto es que mucha gente que busca aprender acerca de la "energía", y que se dice tan espiritual, rechaza de plano las leyes materiales. Por ejemplo, el "yo" con su tendencia a la estabilidad y rigidez, es visto como un demonio, o casi. ¿Quién necesita los demonios de la religión cristiana? Vamos, ¡los habéis cambiado por el "yo", por el ego! Pero en realidad el "yo" no es malo, y tiene su lugar. ¿Cuál es este? Pues depende de la etapa que vivas, pero en todo caso será un lugar temporal."

"Ahora yo te diré cuál es la Ley Material: 

Tendrás un yo adecuado para cada etapa vital, 
porque necesitarás siempre cierta estabilidad 
y rutina para desarrollar proyectos y realidades materiales. 

Pero cíclicamente, este yo se morirá. 

"El árbol que eres agrietará su corteza para crecer. O, como la serpiente, mudarás la piel. Podrías incluso vivir diferentes metamorfosis, como algunos insectos, que pasan por diferentes etapas antes de la última, la que les permite el vuelo final. 

"En todo caso, no existe vida material de valor sin "cierta" estabilidad, sin consolidación, sin espera temporal, sin paciencia, sin esfuerzo, sin perseverancia, y sin... densidad, ¡terrible palabra que llena de miedo a tantos!"

"Combinar esto con "la energía", con sus leyes (distintas en muchos sentidos) y su potencial para incidir en la materia, puede dar lugar a dos cosas: 
- Locura, cuando por el hecho de aprender sobre energía, o por el hecho de rezar todo el tiempo, te crees que puedes salirte de la materia y pasar olímpicamente de sus leyes; 
- Maestría, cuando aprendes a vivir materia y espíritu integrados en uno, sin conflicto, ni lucha."

"Y... Bueno, para alcanzar esa maestría se necesitan muchos años... Mentirá quien diga lo contrario. 

"Mientras seas de carne, la espera y el tiempo son ley"






jueves, 5 de enero de 2023

Mezclas inadecuadas y apropiación de tradiciones espirituales. Los "wannabes", personas sin tierra.

(Arriba, pintura de Sandy Freckleton Gagon, que representa a la moabita Ruth caminando junto a su nuera judía, como ejemplo simbólico de verdadero amor a una religión "ajena", y una conversión espiritual que fue auténtica, no de wannabe)

(Post rescatado de mi muro de face, año 2019)

NO apoyo ni por activa ni por pasiva la apropiación espiritual/cultural asociada con la enseñanza y aprendizaje de cuestiones relativas a tradiciones espirituales nativas o de otras culturas y religiones de planeta. Y a partir de hoy, tampoco acepto cualquier mezcla.

El detonante ha sido una cosa que leí hace unos días, escrita en un libro sobre cábala que me compré hace poco. Yo inocentemente leía sin más, cuando empecé a notar indignación visceral de la Tierra pero, sobretodo, de los ángeles, que empezaron a decir: "Qué va, esto no es así. Este señor está mezclando cosas que no deben ser mezcladas y está creando más confusión que otra cosa".

Me quedé perpleja, porque daba por sentado que el libro estaba repleto de conocimiento impartido por alguien "con autoridad", y también porque estoy acostumbrada a pensar (por las propias enseñanzas espirituales internas que recibo) que las mezclas, es decir el mestizaje, no es nada malo sino lo deseable.

Pero a mi protesta siguió una explicación angélica sobre diferentes tipos de mezcla. Resumiendo mucho, mucho, entendí que existían mezclas beneficiosas y mezclas perjudiciales. Como en la física y la química, mezclando componentes y sustancias puedes cocinar algo exquisito, o un veneno infecto, y en el medio, puedes obtener mezclas vulgares y otras parecidas a la comida basura, por poner ejemplos extremos. Puedes mezclar agua y barro y hacer arcilla bondadosa y útil (buena mezcla), o puedes mezclar los componentes de algo que te explote en la cara y te deje ciego, o generar algo contaminante que arruine tu espacio. 

Aplicado a las relaciones humanas, aunque el mestizaje puede ser bueno, a la hora de la verdad no puedes juntar a un depredador carnívoro en el mismo sitio que tienes a un herbívoro, si no quieres que uno se coma al otro. Si quieres conservar a los dos, has de mantenerlos con cierto margen o distancia (territorio) para que puedan estar un poco separados. La mezcla genética también tiene su lado maravilloso, y su lado inviable (si fuerzas el cruce entre especies, o juegas con los genes a lo loco, puedes dar lugar a aberraciones y a formas de vida inviables)

Entonces, los ángeles aplicaron esto a lo que yo estaba leyendo sobre Cábala y que, según ellos, era una mezcla "no buena" de elementos procedentes de un sistema espiritual distinto, con los de otro, el Cabalista, procedente de la tradición hebrea. Una tradición, según ellos, que no sólo no necesitaba para nada que le hicieran "añadidos" inventados, sino que además, en este caso, lo añadido eran cosas que, en el fondo, no tenían nada que ver. 

"Esto es una mezcla que genera confusión, no enriquece, sino que nubla el entendimiento. Tú olvídate de esto, este libro no te sirve"-me dijeron, radicales y zanjando el asunto. Y se me formó una visión en la que manos invisibles (las suyas) iban tachando partes del texto, y al final de todo aquel libro me quedaba sin tachar sólo un 20% del texto (¡Ay...! ¡Tiré mi dinero, comprando un libro que enojó mucho a los ángeles!)

No voy a dar detalles sobre el tema, ni diré qué libro era, ni nombraré a nadie, porque pertenece a un sector muy específico cuyo lenguaje y conceptos la mayor parte de mis lectores no domina, y además está muy feo hablar de otros así. No es útil tampoco andar señalando a terceros de esta manera. Desviaría el foco esencial de este post, convirtiéndolo en un escrito "sobre una persona" en lugar de ser una reflexión sobre las mezclas

Pero al margen de mi anécdota y del posicionamiento que los ángeles me pedían (quedarme solo con lo que era Cábala con "raíz espiritual hebrea", y separarla de elementos o culturas que no tenían ni la misma raíz, ni eran adecuados para mezclarse entre sí) su explicación sobre los tipos de mezclas me llevó a reflexionar profundamente. Nunca me había detenido a pensar en el concepto de mezcla en sí mismo. 

Y la Tierra, entonces, aprovechó la ocasión y me dijo que esto tenía que ver con la "apropiación" de elementos de otras culturas y religiones, realizada sin los debidos permisos, respeto ni discernimiento, y también con el "empastelamiento y confusión" de tradiciones, enseñanzas sagradas y herencias y legados espirituales ancestrales propios de cada lugar, de cada linaje, de cada colectivo humano...

Por lo visto, para la Tierra es muy importante hablar del tema porque a Ella le interesa (y necesita) que cada colectivo humano se conecte, PREFERENTEMENTE, con las enseñanzas espirituales propias de cada lugar, o que han florecido en un espacio a lo largo de los siglos. Porque, según dice, existe una relación directa entre la conexión con la Tierra, con los ancestros y las enseñanzas o caminos espirituales que siguieron, y la efectividad y limpieza con la que podemos recibir dichos legados y enseñanzas, para finalmente ponerlos en PRÁCTICA. Y esto es lo que más le interesa a Ella. La práctica.

De manera que, aunque está muy bien interesarse por religiones, tradiciones y culturas alejadas de nuestra tierra local, si esto se hace pasando por alto las propias raíces y el propio legado, o desde su desconocimiento, actuaríamos como quien no conoce a sus antepasados y se busca a otros. O no conoce a su tierra y se va de viaje a las Antípodas con el pretexto de "conocer la Tierra". Son incoherencias, lagunas, evasiones de la realidad material, carnal y sanguínea. Como decir "amo a los niños" y abandonar a tu hijo para crear una ong infantil, diciendo que si no dejas a tu hijo no tienes tiempo para dedicárselo a esa gran causa infantil.

Es decir, no está mal abrirse "a más cosas" que las del propio espacio, pero es un error hacerlo SIN haber conocido y conectado con lo propio, y sin haber integrado en nosotros lo que sintamos útil y beneficioso de ese legado. (Intentando que lo exótico y lejano sustituya a lo propio y ancestral)

Cada Tierra Local alberga las memorias de todos los ancestros que vivieron allí. Y si vives en una tierra donde vivieron tus antepasados (o parte de ellos) Ella puede transferirte el legado, sí y solo sí lo aceptas. 

Y lo mismo sucede en tu cuerpo. En tus huesos está toda la memoria que necesitas, todo tu legado. Si lo aceptas, irás viendo desplegarse desde tu interior las diferentes conexiones con culturas y herencias espirituales ancestrales (que pueden ser varias) Luego, con todo eso, quedará pendiente realizar un trabajo de discernimiento. Del mismo modo que cuando heredas una casa llena de pertenencias antiguas, decides con qué te quedas y con qué no, o qué haces con todo ello, con lo ancestral sucede igual. No es adecuado no mirarlo siquiera, o huir eternamente de ello. Te has de hacer cargo de lo que heredas. De algún modo, tarde o temprano te toca pensar y posicionarte respecto a tu herencia, incluso si es para rechazarla formalmente.

La mayor parte de apropiaciones espirituales de otras culturas y tradiciones, se hacen, según me dice la Tierra, a causa de no haber conocido, integrado ni entendido tus propias herencias espirituales ancestrales. De haberlo hecho, no sentirías la necesidad de ir a la otra punta del planeta para tomar ciertos elementos exóticos y traértelos en la maleta como si fueran tu identidad. O conocerías tan bien tu legado, que sabrías cómo combinarlo y con qué elementos de otras culturas, sin que ello distorsionara su esencia, o estropeara su poder o energía de algún modo.

Es decir: para saber MEZCLAR (y que la mezcla sea beneficiosa y no un estropicio) hay que, primero, CONOCER muy bien lo que se tiene entre manos

Si no te conoces a ti mismo un poquito, no podrás tener relaciones armoniosas (mezclarte bien) con otros. Sucede lo mismo con las tradiciones y enseñanzas espirituales: si no las conoces bien, puedes intentar mezclar agua con aceite y crear un producto que nunca se mezcla bien y en el cual ya no hay TRANSPARENCIA ni, por lo tanto, fluida comunicación de luz espiritual. Por el contrario, todo se ve borroso.

Hay algunas mezclas que son posibles y beneficiosas, pero muy difíciles, y solo se pueden realizar desde una integración interna y un conocimiento profundo de cada elemento. Por ejemplo, aplicado a las tradiciones espirituales, alguien que nace de una madre indígena de Norte América y de un padre , qué se yo, budista, tiene la posibilidad, difícil pero factible, de llegar a extraer la esencia en su interior de cada camino espiritual, y ver similitudes entre ambos, y diferencias. Y, conociendo bien cada camino (pero sólo si los conoce bien) podría llegar a extraer de si mismo una especie de conocimiento fruto de esa mezcla, que sería como un puente de ENTENDIMIENTO uniendo ambas formas de espiritualidad.

Si esa persona , ya con todo eso integrado y consolidado, decidiera enseñar a otras personas cuestiones de la espiritualidad nativa, o del budismo, o de ambas, no estaría incurriendo en "apropiación", ni sería un impostor. Ni un "mal mezclador" que solo añade ruido, confusión y más caos a un mundo ya muy turbio.

Ahora bien, ¿qué pasaría si yo, por ejemplo, decidiera que, puesto que sueño muchísimo con los indios de Norteamérica y resueno con sus enseñanzas, voy a empezar a realizar talleres chamánicos con algunos de sus ritos? Pues entonces muy mal, porque según me dice la Abuela Tierra (y menuda reprimenda me darían las Abuelas Primeras) estaría haciendo apropiación e intrusismo. Sería una IMPOSTORA y estaría faltando, además, al respeto a los indígenas vivos que mantienen activa la línea de enseñanza, los linajes. Indígenas a los que NO he ido a ver, ni a aprender de ellos, ni a recibir su PERMISO, sino que me he creido tanto mis enseñanzas oníricas, las he puesto en un pedestal tan grande, que he olvidado respetar el eslabón CARNAL, el puente de tierra, carne y personas que nadie debería saltarse.
                           
Pero si yo, después de haber integrado bien mis propias herencias espirituales ancestrales, y ya con mi identidad terrenal y espiritual consolidada, ADEMÁS quisiera andar el camino nativo de los lakota, por ejemplo, o de los crow, el camino adecuado, según dice la Tierra, sería ir con ellos. Sentarme con ellos un tiempo. Y esperar. Y aprender de sus líderes espirituales, de su gente. Y respetar sus criterios. 

                       
Y solo si con el tiempo y mi debido aprendizaje A SU LADO, ellos decidieran que estoy preparada y me autorizaran para difundir algunas de esas enseñanzas, entonces sí podría hacerlo sin ser una intrusa o haberme "apropiado". Pero siempre deberia hacerlo en el orden descrito, y siempre debería mencionar con honestidad y con reconocimiento agradecido, quién o quiénes fueron mis maestros, o los que me iniciaron.

La Tierra me dice que cuando alguien se pone a dar enseñanzas de tradiciones espirituales "ajenas" o lejanas, y no dice quién le ha enseñando o transferido los conocimientos, o iniciado en ciertos ritos, ni reconoce con agradecimiento a sus maestros, no sólo no actua tanto por ese amor que dice, sino que además está incurriendo en un error de consecuencias "kármicas" a largo plazo, es decir: esto tendrá un peso, dejará unas marcas, será algo por lo que habrá que responder en el futuro. 

De hecho, la Tierra me dice que un buen baremo para distinguir un maestro o maestra auténtico de alguien que es un aprendiz que "quiere ser" maestro pero no lo es, es su mención de sus FUENTES de aprendizaje. Ha de decir las personas que le enseñaron y le iniciaron, en el caso de haber aprendido de personas vivas. 

El consejo de la Tierra para aprender una tradición espiritual practicada por personas vivas, en la cual hay linajes vivos, y maestros/as en activo, es buscar a alguno de ellos y aprender sin saltarse el eslabón humano de la cadena. Porque la transmisión de humano a humano es importante. Y porque si dices amar a una tradición, a un colectivo o a una tribu, no es coherente que prescindas de ellos y no tengas en cuenta ni sus enseñanzas vivas, ni su opinión, ni su perspectiva, ni nada salvo tu fijación y la idea que dentro de ti te has hecho acerca de su cultura espiritual. 

De nuevo, es como el ejemplo de alguien que dice amar a los niños, y deja a los suyos con una niñera 10 horas cada día mientras se monta una ong de ayuda a la infancia. ¿Amas a los indios? ¿Sí? Vete con ellos, sé humilde, siéntate a su lado y escucha lo que te digan. Y tómate el tiempo de esperar. Y de aprender lo que ellos consideren oportuno enseñarte. No seas un "wannabe" más, por usar la palabra (despectiva) que los nativos usan para esa clase de personas.

Ser un "wannabe"es pretender ser algo, sin serlo (ver foto a la izda). Creerse que por vestirse a lo indio (el colmo: ¡posar con tocados de plumas que solo usan los hombres en esa cultura!) y hacer tipis o hablar de "cabañas de la luna", ya eres india o indio, y ya estás autorizado para guiar a otros en esas enseñanzas. 

También es wannabe quien se cree que por leer muchos libros sobre religiones, y practicar a tu p. bola en casa, por aquello de "todos somos maestros y no necesitamos gurús" ya puedes ser un maestro sufí, un starezt ortodoxo, un rabí, o un maestro zen. O que por tontear en una fiesta santera o palera y tener alguna experiencia en la energía, ya estás iniciado en eso y ya puedes decir que eres "hijo" o "hija" de uno de los orishas o "santos". 

Pero también eres un wannabe si, por experiencias interiores de tipo regresivo, u otro, empiezas a recibir mucha información sobre un conocimiento ancestral cuyo linaje se truncó, o que se perdió, como por ejemplo el antiguo conocimiento espiritual egipcio. Y, con toda esa "información" interna, en lugar de integrarla y nombrarla como lo que es (aprendizaje onírico o a través de transmisión espiritual) te montas una película en la cual eres el último descendiente de no se qué faraón que hizo o dijo...y empiezas a vender cursos o talleres en los que figuras como "sacerdotisa del templo de..." (por ejemplo).

Es decir, según lo que oigo, y si es cierto y quitando la posible distorsión de subjetividad por mi parte, se impone la honestidad. La humildad. Empezar por los propios pies, por las raíces carnales inmediatas, por la Tierra que pisamos. Y luego, cuando te abras al resto, ya lo vivirás de otra manera...

***

Cualquier enseñanza que alguien transmita, debe ir acompañada de una explicación CLARA y CONCRETA del origen de esa enseñanza. Si procede de sueños y vivencias espirituales, hay que decirlo. Si procede de lecturas de libros, también. Si procede de maestros, es imprescindible mencionarlos. 

Finalmente, hay que recordar que si hablamos de tradiciones con linajes de transmisión en activo, con personas vivas implicadas y transmitiendo esos conocimientos, es imprescindible buscar al menos a uno con quien aprender siquiera un tiempo. Puentear el eslabón humano, es una falta contra los protocolos de transmisión, y además nos pone en riesgo de incurrir en errores, en pajas mentales y en soberbia.

Claro que aquí entramos en el punto de ¿quién es buen maestro o maestra? ¿Cómo saberlo? Pues hay muchos factores, pero si esa persona no menciona a quien le enseñó, y encima pertenece a un colectivo o cultura ajena a la que dice enseñar, es sospechoso. 

Volviendo al punto de inicio de este post: entre quienes se llaman a si mismos cabalistas o maestros de "eso", los hay que no han tenido un solo maestro humano, pero han aprendido con éste y con aquel,y han nacido y crecido en la cultura religiosa judía, han mamado su lenguaje, su cosmovisión desde niños, y luego han estudiado con otros en grupos y escuelas, han debatido con varios expertos y maestros, y aprendido de ellos (aunque no haya nadie "especial")... Eso es fiable.

En cambio, alguien que no procede de esa cultura, que no ha integrado la cosmovisión y el lenguaje místico y espiritual de ese pueblo, y que encima no ha contactado (y permanecido) con ningun maestro carnal para aprender del mismo, o que ni siquiera vive una relación amorosa con esa tradición viva, ni tiene un vínculo abierto o vivo con ese colectivo, cuidado. Estos son los más propensos a mezclar lo que, según los ángeles "que oigo", no se debería mezclar. Porque viven en una esfera mental de su propia idea acerca de esa tradición espiritual. No la encarnan, no les sale de la médula ósea, ni de las entrañas, ni tampoco la han recibido bien EN EL CUERPO de manos de un sabio. De manera que toman esto de aquí y lo otro de allá, elucubran y deducen a su aire, y piensan que todo es lo mismo, el zen, el budismo, el tarot, etc (se van añadiendo cosas a la ensalada) 

Pero no. No todo es lo mismo.

Si amas a la Tierra de veras, empezarás por el lugar físico donde estás. La Tierra que hay bajo tus pies. Y empezarás por tus huesos, tu carne y tu sangre. Y escucharás a tus linajes, tus herencias espirituales. Y todo eso te guiará y te enseñará con FUNDAMENTOS y RAIZ verdadera. Con el tiempo, hasta puedes convertirte en maestro o maestra de la enseñanza espiritual de tu tierra profunda, incluso aunque no exista un linaje vivo que te lo enseñe porque se perdió hace mucho. Pero es que entonces estarás bien encarnado y por lo tanto encarnarás 
sí o sí (aunque no lo intentes adrede) los principios espirituales propios de tu tierra.

Y si desde tu encarnación vas conectando con las enseñanzas espirituales de ancestros sucesivos, y te abres entonces a esas variadas tradiciones, lo harás ya CON tierra. Con fundamentos. No serás un impostor ni un wannabé. Harás las cosas como deben ser hechas. En su orden, y contando siempre con el eslabón humano. Quien ama de veras a una tradición "lejana", desea acercarse a las personas que la viven desde su interior, heredada de sus ancestros, y abrazarlas.

"No te creas al que no ha hecho algo así- me dice la Tierra, y me dicen los ángeles-. Porque no les ama. Solo ama la idea que se ha hecho de sí mismo vestido con las ropas de ellos o usando esas palabras exóticas que le hacen sentirse especial. 

"Pero ay de su destino espiritual, porque no pasará mucho tiempo sin que tenga que rectificarlo todo"

(FIN del tocho/posicionamiento)

Os dejo con enlace al trailer de un precioso film corto, que plasma con sensibilidad el inicio de la transmisión de una tradición espiritual, desde una abuela a su nieta, en el contexto de la umbanda brasileña. Un film que, con belleza y sencillez, casi con lenguaje para niños, expresa cómo pueden ser algunas transmisiones espirituales, cuando no hay ruptura transgeneracional, y ciertas cosas son como deben ser.



http://www.thesummerofgods.com/trailer-3

Dicen que aman lo salvaje, pero no es verdad. (Fantasías espirituales modernas)




(Post de diciembre del 2019)

Hoy pensaba que, como sociedad, en lo "espiritual" tenemos una ignorancia como la del que está acostumbrado a ver solo lindos perros y gatitos domésticos y sale al bosque salvaje presuponiendo que todo serán animalitos de conductas predecibles y amoldadas a nuestros deseos.

Tenemos tal grado de olvido de lo que es la vida en su diversidad salvaje, y vivimos tal enorme domesticación de nuestro mundo y nuestros cuerpos, que la gente extrapola esto a sus ideas y presuposiciones de lo que es el mundo espiritual (y el psíquico) Y por eso también surge el "olvido" de la existencia de "lo otro", la vida EXTERIOR a nosotros y su poder o influencia sobre nuestras vidas.

Se vive en la ilusión continua de tener control sobre lo desconocido, o de que, si hay un desafío o conflicto, será todo domesticable y solucionable en cómodas sesiones a la demanda. (Ja! y ja!)

El chamanismo se pone de moda como se pone de moda el turismo de aventura o ir a ver reservas de la naturaleza a África, América o Australia. La gente suspira por "tener" animales de poder que, casi siempre, ¡oh , casualidad! son SALVAJES. Esta persona se identifica con el lobo, aquella con el jaguar, el otro con el oso, la de más allá con el águila, o la pantera. Pero se les presupone, a esos "espíritus" acompañantes, una presencia "controlada", unas reacciones a nuestra medida, y un comportamiento a la demanda. Cuando en realidad y en general, las personas no soportarían a "eso salvaje" ni dos días a su lado. (Por no decir que tal vez incluso se convertirían en sus víctimas)

Yo ya no me creo nada de muchas historias personales que se cuentan por ahí, sobre el vínculo con espíritus animales, salvo cuando alguien explica que, ante sus animales "del alma", siente no solo amor sino también impresión y respeto, y a veces hasta miedo. Porque si no has sentido nunca miedo ni "respeto" ante un espíritu de lobo, oso, león o águila, es que solo has visto su parte fácil, filtrada por la domesticación de la mente, sesgada por los deseos y proyecciones personales. 

No es creíble conectar con el espíritu de grandes animales salvajes, y no "cagarse" de miedo o impresión en algún momento, sobretodo si son carnívoros, fieros y de zarpazo poderoso. Incluso un caballo salvaje puede infundir RESPETO. 

En resumen, aquí todo el mundo quiere ser poderoso y salvaje, pero muy pocos saben vivir fuera de lo domesticado. Ni siquiera cerca del mundo salvaje. Porque en el monte, ya sé que no sobreviviríamos nadie de los modernos, pero por lo menos se puede vivir junto al bosque, o en el mundo rural. Y oh, ah, eso son palabras mayores, poca gente de la que dice "amo la naturaleza" lo hace, o se ve capaz, salvo en sus fantasías. He conocido tanta gente que se dice lobo y en realidad es perro faldero de piso urbano, que ya no digo ná. Sin desdén de los perros lo digo, ¿eh?

Se aplica lo mismo a los demás animales salvajes. Hay mucha imaginación queriendo domesticar leones, osos, pumas, elefantes, rinocerontes, ballenas, águilas, ciervos, serpientes... Muchas fotos y posts de hombres abrazando leones, humanizándolos, pero no corriendo a cuatro patas como ellos, ni cazando. Todo lo queremos HUMANIZADO, vestido de persona, metido en el salón de casa, o en el jardincito (quien lo tenga), haciéndonos mimitos, complaciendo nuestra "necesidad de naturaleza", de afecto o de poder, o trabajando para resolver nuestros problemas.

Para redondear, muy poca gente se plantea que pueda haber "espíritus o energías hostiles" (y no me refiero a animales, ahora) por ahí. O energías depredadoras. O simplemente que pasan de tí y van a la suya, y si te pisan y te destrozan en su caminar, les da igual. Porque no les importas lo más mínimo. 

Así que cuando te miran raro porque dices QUE TIENES MIEDO (pues yo lo tengo a veces), tienes que estar explicando a esta gente, una y otra vez, tus razones para ser prudente ante las energías desconocidas. Pues a la que dices "hay que tener cuidado", te salen con lo de "Eso son tus miedos, no proyectes miedos". O con lo de "Tú ves demonios o peligros por todas partes". E intentan darte lecciones, salvarte de tu prudencia, de tu instinto y tu miedo natural ante ciertas descomunales fuerzas salvajes. 

Qué gente, todo lo quieren castrar y someter, meter en cajitas con corazones pintados para que no dé susto, ajj. Pero yo huyo de todo eso. El miedo al miedo se pinta con corazones para disimularse, eso es lo que veo. Mucho corazón pintado y poca realidad salvaje, eso veo.

Pero son las mismas personas que te dicen lo de "Dios creó a todos los seres y entonces cumplen su función, no hay peligros, está todo bien". Que es como hablar de la velocidad cuando mentas el tocino. Qué tendrá que ver que algo haya sido creado por Dios, con sus hábitos de alimentación o el nivel de agresividad que pueda desplegar. ¿O los cocodrilos y las pirañas los creó algo distinto de Dios? ¿Y qué pasa, que porque Dios creó a esos animales, ya no son un peligro, no comen carne y hasta gente viva, si tienen hambre?

Me he dado cuenta de que toda esta tendencia surge, en parte, de que rige la costumbre de domesticar animales y de vivir en entornos "controlados", en el mundo de los apartamentos o casas con moquetas, parquet, sofá, gatos castrados, perros con correa que suplen nuestras carencias emocionales y pajaritos o peces en jaulas que solo toleramos o deseamos porque nos dan "cariño" o le gustan al niño interior de cada quien.

Entonces, se espera que tú te comportes igual (que seas toda mimitos y buenas caras) y se espera ídem de los espíritus Guías, sean animales o de otro tipo. (Ángeles, seres iluminados o lo que sea) Todo ha de ser domesticado, manso, mimoso, y no ha de dar susto ni llevar la contraria, ni gritar o levantar la loz (rugir, tronar, sacudir) nunca jamás. 

Pero es que es difícil concebir la diversidad de formas de vida "en la energía" si en tu dia a dia nunca las vives tampoco "en lo físico". Y lo que se ama en verdad no es lo salvaje, sino lo doméstico y el peluche. De ahí que a pesar de las palabritas de amor a lo salvaje, como especie estemos extinguiendo justo eso, y en cambio el número de seres domesticados y castrados crezca exponencialmente.

En este sentido, me ha causado muy buena impresión el chamán/sanador transgeneracional Dan Van Kampenhout en su libro "La Sanación viene desde afuera", porque explica que los espíritus ayudantes de los chamanes no deben ser tratados a la ligera, no debe presuponerse que van a tener un comportamiento predecible, y pueden inspirar mucho respeto, ser exigentes, o poner ciertas condiciones para estar presentes junto al sanador y echarle un cable. Porque eso lo veo REALISTA. Es lo que yo he vivido, también.


Cuando he leido que el autor trabaja principalmente con el espíritu del oso, y he visto qu,e en su escritos sobre esta relación, no transmite nada complaciente, me he dicho: "Ah, entonces lo que dice debe ser verdad. Este hombre está viviendo lo que dice que está viviendo"

P.D: Dicho sea de paso, en el mundillo "sanador" está de moda la osa, porque es muy bonita la estampa de la osa y sus oseznos, y todo eso. Pero el oso macho con sus malas pulgas y su costumbre de marcar territorio ya no mola, ¿verdad?. Porque su terrible agresividad es algo más complicado de aceptar. Lo que pasa es que para asumir con propiedad el vínculo espiritual amoroso con un "animal del alma", lo de dejarse de lado a una de sus mitades limita la cuestión, por decirlo de modo sutil.





 

miércoles, 4 de enero de 2023

Sobre la película "Drácula"


(De mi muro de face, Agosto 2016)

Estos días me viene a la mente la película "Drácula" de Bram Stoker. (Aviso, spoilers) Según mis Guías, esta película en concreto (tan distinta a las anteriores que se hicieron sobre vampiros) es una fábula muy buena para simbolizar lo que sucede cuando un ser humano "corta" su conexión con Lo Alto o energías celestiales, y se queda únicamente con la parte animal y "de Abajo".

La parte de Abajo no es mala, pero la falta de conexión entre Abajo y Arriba produce monstruosidades y desequilibrios (también si alguien secciona su vínculo con Abajo y se limita a vivir lo Alto, porque entonces es el delirio) Lo que hace que un ser humano se deforme y pervierta es el desorden y la ruptura de relaciones (cortar vínculos) con alguna de sus partes y/o de las partes del universo en si mismo.



En la película se ve el gran vínculo con lo animal, lo visceral e instintivo que tiene Drácula, el protagonista. Su gran pasionalidad procede de esta gran animalidad. Pero como seccionó su vínculo con Dios asociado con "Arriba" (a raíz del sufrimiento del trauma sufrido) este ser humano no ve más allá de sus instintos primarios. No es malo ser animal si eres un animal, pero si eres un ser humano, ser "solo" animal es vivir un desequilibrio que trae enfermedad o sufrimientos.

El amor restaura todo, sin embargo... Pero este no es un amor cualquiera. La mera pasionalidad, aunque es lo que aparentemente más desea y busca Drácula, no lo sacia nunca. Sólo cuando se sana su trauma antiguo y se reconectan en él, gracias a la acción de su amada, el Cielo y la Tierra (la energía de Arriba y Abajo) ese ser humano vuelve a ser "él mismo". Por eso su rostro finalmente muestra la belleza, la paz y el esplendor que están en su verdadera naturaleza.

La gran animalidad es siempre atrayente y seductora, pero si no está unida a Lo Alto, o si el vínculo no está en buen estado, termina desencadenando sufrimiento y pesadilla. Todo se va emponzoñando con no se sabe qué, y hasta se ve amenazada la integridad de la persona amada (a punto de volverse vampira, ella también) En la película, una cruz de piedra agrietada en su corazón, es el símbolo de la unión rota entre ambas energías (abajo/arriba). Cuando la cruz se restaura, es porque el corazón de aquel hombre se restaura, y entonces la energía del Cielo puede descender hacia él otra vez.


La mujer amada le ayuda, pero no siguiendo a ciegas todos sus deseos, sino contrariándolos bastante y manteniéndose en su verdad todo lo que puede, a pesar de que lo ama. Está en un tris de convertirse en alguien "seccionado" como él, pero finalmente prevalece su amor y su deseo de mantener el vínculo intacto con Dios. Y eso salva a ambos. Si la mujer hubiera dejado de luchar contra la seducción, enseguida hubiera terminado "draculizada", convertida en otra bestia, y no hubiera habido sanación final.

Hay muchas moralejas que se pueden extraer de esta película, según mis Guías, como la necesidad de sanar traumas antiguos o de otras vidas, y cómo viven las diferentes facetas del ser humano un mismo amor; o cómo diferentes seres humanos eligen distintas facetas del amor (unos más racionales y comedidos, otros apasionados pero místicos, otros más pragmáticos, etc) O cómo algunas almas están unidas desde otros planos, mundos y tiempos, y sólo reuniéndose pueden sanar algunas cosas... "Nuestro amor es más fuerte que la muerte", dice Mina, la protagonista, al final.

También se puede ver cómo cierta vivencia de la religión es bestial y destructiva (al principio de la película) y no es verdadera espiritualidad; pero tambien se ve que, en el extremo opuesto, la renuncia e incluso la lucha contra la religión y la espiritualidad (incluso aunque sea por el rechazo hacia sus posibles errores conceptuales) tampoco es buena, pues amputa la parte más elevada del ser humano.

El hecho de que se mencione al dragón como animal de poder de Drácula (pues se explica que fue, en tiempos, un guerrero del dragón) refuerza la simbología y el mensaje antes explicado: el dragón es un símbolo de la energía vital. Cuando ésta no está bien unida con "Arriba", el dragón se convierte en una bestia incapaz de contenerse, que arrasa con todo y sólo toma, toma y toma para sí mismo lo que le apetece, enfureciéndose cuando no lo obtiene, o cuando se retrasa la satisfacción de sus apetencias. 

Cuando un dragón, en cambio, vive la unión perfecta y fluida con el Cielo, la energía vital vive la plenitud, su perspectiva es más completa y su amor trasciende la parte animal, yendo más allá. El ser humano ya no es un caballo desbocado, sino un guerrero que monta a caballo, con una perspectiva clara de adónde va, y llega lejos, mucho más lejos que cuando sólo era el animal.

Por supuesto, la sexualidad es otra clave de la película. Hay muchas maneras de vivirla: de manera solamente animal o... conectada con el Cielo, desde un amor profundo que va más allá del deseo físico (aunque sin excluirlo) Las bendiciones entonces se derraman (el beso y la imagen del ascenso en la escena final)




martes, 3 de enero de 2023

Sobre el "Animal de Poder" (La película "La Mujer pantera")

                                              


(Post de mi muro del face, 15 agosto 2016)

Ayer acabé haciendo zapping (aprovechando que estos días tengo TV) y ví una peli antigua que no conocía: "la Mujer Pantera". ("Cat People" de 1942)

A medida que la iba viendo iba elaborándose en mi interior una "teoría" sobre el significado de ese "panterismo" de la protagonista y otras mujeres de su pueblo, y me iba indignando por lo que hacen los otros personajes de la peli.

Al final de la peli ya tenía mi teoría completa. Gira en torno a nuestra faceta animal y también entorno a lo que en culturas chamánicas se ha llamado "animal de poder" o "animal del alma". Y la película es un ejemplo claro y meridiano de la demonización que, en la cultura moderna y occidental, (especialmente la americana) sufre toda la "animalidad" interior.

La peli tiene mil detalles que son símbolos, queriendo o sin querer, de lo que digo. Por lo visto la leyenda de la que la peli se hace eco es inventada, un mito creado sólo para el cine, pero da igual. Los mitos que inventa el cine son como los otros: surgen de todo lo que somos, conocemos, desconocemos y tememos. De manera que puedes inventarte una leyenda y ésta puede ser una verdad simbólica, una metáfora de tus miedos, de tus deseos, de tus filias y tus fobias, de tus traumas, etc.


Si alguien no la ha visto y la quiere ver, aviso que a partir de aquí hago "spoiler": Me pareció indignante que la peli deje como a "los buenos" a una pareja de ignorantes y egoístas. Él me pareció un insulso sin cultura, ni imaginación, ni cojones, un tipo que sólo se casa con la mujer pantera "porque le atrae" sexualmente y ya está. Cuando descubre que no puede obtener lo que desea de ella fácilmente, patada y fuera. Eso sí, lo hace muy "civilizadamente". Porque por lo visto en ese esquema social el matrimonio es sólo un papel que "oficializa" el permiso para tener relaciones sexuales, y si estas no fluyen con la velocidad o frecuencia esperada, lo demás ya no tiene valor.

Ella, la "buena chica americana" que salva al pobre marido incomprendido, me pareció una arpía auténtica disfrazada de palabritas de amor. Metiendo cizaña en el matrimonio ajeno (¡cómo detesto eso, me resulta muy conocido por desgracia... vaya dejà vú tuve!) Ofreciendo sus contactos terapéuticos personales, incluso, y todo para llevarse al otro al huerto. Y luego haciéndose la inocente, victimizándose cuando la esposa se pone celosa y se cabrea por las interferencias de la "amiga". Y demonizando a la esposa, porque oye, ¡qué mal perder tiene, la tía! ¡Cuando debía agradecer lo mucho que todos se preocupan por ella...!

El psiquiatra: un impresentable, arrogante y machista, que además de creerse no se qué, se permite hacerle proposiciones sexuales a su paciente, acosarla y amenazarla. Y finalmente plantea su internamiento forzoso en un "hospital mental". Todo por su bien, eso sí. Para curarla de sus celos y de sus fantasías "animalescas". Uf.
                                   

Y la protagonista, pues me suscita compasión. Me resulta obvio que es una mujer traumatizada por una guerra o similar, o que ha heredado traumas de mujeres traumatizadas por guerras y otras cosas, como un reiterado abuso de poder en una cultura donde la libertad sexual de las mujeres ha sido kk, nula, y éstas se han convertido en objetos de deseo y propiedad a partes iguales.

Y es que el animal de poder no rechaza la sexualidad, salvo que se sienta utilizado, acosado, o haya sufrido violaciones, abusos y demás. A santo de qué va a atacar a un macho una pantera hembra, si no es porque se siente forzada o presionada, y su deseo no está en marcha. O porque está traumatizada por maltrato antiguo. Cuanto más veía de la película, más claro me parecía que la protagonista ocultaba un trauma de abuso sexual (propio o heredado del colectivo femenino de una sociedad enferma) enorme. Y que por esa razón sentía deseo y rechazo al mismo tiempo, miedo y atracción por la vivencia sexual. Una parte de su instinto le decía "quiero sexo", la otra decía "pero así no, o todavía no, porque me siento amenazada o insegura".

También me resultaba obvio que era una buena mujer (nada de diabólica) que, en el fondo, sólo necesitaba ser amada y recibir la ayuda terapéutica adecuada. Me pareció super triste y desagradable que justo cuando por fin da un paso decidido para intentar liberarse de sus miedos y acercarse afectivamente más a su marido, éste le pegue la patada y diga que es "demasiado tarde" para arreglar su relación, porque se va con la otra, que claro, es más complaciente.


Entre unos y otros, me pareció que nadie la amaba, ni la quería. Sólo estaban a su lado atraidos por la fuerza de su "animal de poder" (la pantera) y fascinados por su exotismo en una sociedad donde el aburrimiento y lo soso eran lo habitual. Y entre todos la mataron y ella sola se murió, vamos. Le tienden trampas sin decirlo: la "otra" conspirando para romper el matrimonio, y enviándola a un psiquiatra acosador; el marido y la otra compinchados y haciéndole el vacío a la mujer, tratándola como si fuera tonta, niña o demente, marginándola; etcétera.

Pero en la película parece venderse la idea del "amor romántico perfecto" al estilo americano, y "matan" a la "mujer-animal", haciendo prevalecer a la pareja triunfante del sinsangrenicojones, y la víbora traidora.

En ese contexto social tan desnaturalizado y falso, los instintos no pueden sobrevivir, pues son vistos como algo monstruoso y deben desaparecer. No es por que sí que la protagonista vaya todos los días al zoo: ella misma es, en el fondo y para los demás, una criatura de zoológico, aunque no sean conscientes de ello. Se le acercan por curiosidad y fascinación, por la energía que ella desprende, por su rareza. Pero nada más. No tienen ni amor, ni nada, son igual de depredadores o peor, porque su "animal" está tan retorcido y disfrazado de otra cosa, que lleva a engaño.

En fin, que la historia de fondo me resultó bastante universal en mi mundo, y conocida. Y al final, rumiando sobre "La Mujer Pantera", pensé que lo bonito hubiera sido que, en esa escena del restaurante (el día de la boda) cuando una mujer desconocida y misteriosa se acerca a la novia y la llama "mi hermana" en idioma serbio, sugiriendo que ambas son "hermanas en lo animal", la novia se hubiera ido con ella, a correr aventuras y aprender del mundo. Y dejara sentado en la mesa al impresentable del novio, que no tenía ni sangre en las venas, ni compasión en el corazón. Y a la falsa de la mala-amiga, con sus igualmente falsos buenos deseos.

Sí: esa sería la película que yo haría hoy. Una sobre la "hermandad" de mujeres que se ayudan a curar de traumas de abusos... y donde nunca se les ocurre casarse con tipos como el de la peli, ni fiarse de arpías-falsas amigas como la que sale ahí. En caso de emparejarse con un hombre, que sea distinto, porfa, y que tenga el amor y la paciencia necesaria para esperar que su pareja se lama las heridas antiguas convenientemente.

Pero claro, eso sería lo raro, porque se da la circunstancia de que las personas con traumas de abuso a sus espaldas suelen tener el discernimiento escacharrado por el propio abuso sin curar, y por eso suelen elegir, sin darse cuenta, y como parejas, a personas que reproducen lo de siempre...salvo que se sanen primero a si mismas. Y en su necesidad de vivir el cariño y la hermandad, se pueden llegar a fiar de amigas que, en realidad, no son tales.

Os dejo con la escena de la fiesta de la boda, en la cual la inocente e ingenua "mujer pantera" está rodeada de su marido y la arpía, y se le acerca la misteriosa mujer extranjera diciéndole: ¿Mi hermana? 

Aquí me dan ganas de decir "¡Corten, corten!". Luego decirle a la protagonista: "¡No la dejes escapar, vete con la mujer de negro y busca, investiga, aprende!" 
Y luego redirigir todo el argumento de la película. Que vaya pena de final. La mujer pantera se queda en ese ambiente de ignorancia y falsedad hipócrita, y así le va.





Vender a los hijos




(Post rescatado del año 2019)


En la antigüedad hubo familias que vendían a sus hijas o hijos al poder de turno. Algo así como un impuesto "en carne" para recibir beneficios, privilegios sociales, y ascender puestos o asegurarse una estabilidad.

Esta venta se ha realizado de muchas maneras, y el contrato no siempre se ha efectuado con un ser de carne y hueso tipo líder, o cacique local, sino que también han existido pactos mercantiles ("Te doy esto, a cambio de favores") con entidades de energía o realidades inmateriales. 

¿Recordáis el cuento del enano Rumpelstikin? Ese ser que dijo: "Te ayudo y tendrás tales riquezas, si cuando te cases y tengas un hijo, me lo das". Y la mujer, pensando que ese futuro era muy improbable, aceptó. Y en el futuro, cuando tuvo un hijo, se lió gorda, porque entonces ya no le pareció buena la idea de que el enano se llevara a su hijo. 

(ilustración de Paul Zelinski, abajo)


Hay otros cuentos que hablan de algo parecido, por ejemplo La Ondina en el Estanque (Ilustración, abajo) "Te doy tales cosas si me das lo primero que te encuentres al llegar a casa", dice la Ondina, y va y sale el hijo a recibirlo, y entonces la ondina se lo quiere llevar. Estos y otros, son cuentos que aluden a pactos que se realizan con x seres, fuerzas o poderes del mundo invisible, en los que los hijos o hijas terminan siendo la moneda de cambio.


En el lado más siniestro y extremo posible de esto, recuerdo una anécdota personal. Una de mis primeras pacientes, en aquellos años en los que hacía sesiones chamánicas, vino para consultar unos misteriosos cólicos de vientre sin fundamento médico. Cuando entré en trance y husmeé lo que su cuerpo me decía, salió una historia increíble que ni siquiera me atreví a contarle: un pacto con una entidad demoníaca, acontecido generaciones atrás, en el siglo XIV o XV. 

El firmante del pacto fue un padre, lo hizo por adquirir poder y riquezas, y entregó a su hija. Para remate, no calculó que en el pack de "hija" entraban todas... es decir, la de ese momento y las de generaciones después. Y aunque no se produjo un dominio total exactamente hablando por parte de tal "entidad" sobre las hijas, aquello las afectó, y a las descendientes les llegaron el dolor, los cólicos, como un eco de aquella "suciedad", de aquel "desorden", de aquella obsesión paterna por el poder y la riqueza.

Yo hice lo que pude en aquel caso (me tocó "mediar" entre "Cielo e Infierno" para romper el vínculo y surgió una larga y novelesca historia que no es el momento de contar, o no terminaría nunca. Está narrado en mi libro "Demonología") Pero nunca supe si mi acto sanó el problema de aquella joven, porque al poco, marché de aquel lugar y nunca más la ví. Además, aunque aquello que "hice" hubiera sido real, sobre aquel daño heredado habían surgido mil otros daños posteriores. Es como cuando se contamina un ecosistema: está el problema de la contaminación original, y luego los problemas secundarios derivados del mismo, con toda clase de dolencias oportunistas surgidas por esa debilidad, etcétera.

Hoy recordaba esto, porque se me ha dicho internamente que todo pacto o acuerdo "con el poder establecido" en un contexto social, sea éste cual sea, y en la época que sea, CONTINÚA vigente y se hereda generación tras generación, salvo que se deshaga o anule, y/o se ponga conciencia sobre el mismo.

¿Y por qué tanta continuidad, siglo tras siglo y a veces milenio tras milenio? Pues porque esta clase de pactos suceden en la conciencia y en la energía, y a menudo en dimensiones del pensamiento y el sentimiento en las cuales NO rige el tiempo lineal, ni nuestras coordenadas físicas. De manera que un pacto psíquico y/o espiritual es regido por leyes no temporales y puede perpetuarse indefinidamente, precisamente por haberse realizado fuera del marco espacio temporal que conocemos. 

También porque generalmente ninguna persona, cuando hace estas cosas, piensa cabalmente en las consecuencias a largo plazo, ni piensa por lo tanto en limitar temporalmente el pacto. En el caso de que sí sea consciente de esto, puede que se trate de alguien muy codicioso al que le haya dado igual la suerte de sus descendientes (depende)

El tema que planteo no es si existen o no existen las entidades de energía, sino que se heredan los pactos y acuerdos familiares. Cuando se hacen, dejan una huella. Y esta huella se produce en TODA clase de pactos o acuerdos con cualquier tipo de "poder": Humano, o no humano, terrenal o del Otro Mundo, por así decirlo. 

Y es que cada pacto produce unos efectos en la energía mental, emocional, psíquica y espiritual de la familia, y a partir de ahí el modelo se reproduce, se imita, se copia, se hereda... Sobretodo si se le ven ciertas ventajas externas al asunto, como manejar riquezas y obtener un status, una "respetabilidad", posición social, etc. Que luego el "poder" X , si es destructivo o pernicioso, se cobre alguna víctima en cada generación, pues qué pena -dirán los beneficiarios egoístas- pero qué le vamos a hacer ¿no?

(Arriba, doncella entregada a un dragón en una película inspirada en leyendas, "I´m dragon", de Indar Dzhendubaev)

Es como en el cuento de San Jorge y el dragón: se asume que más vale que muera un ser cada cierto tiempo, que no sufrir muchos. En lugar de crear un ejército para matar a la bestia entre todos ya de una vez, le seguimos dando de comer, para que el bicho no se enfade. Fingiremos que no nos percatamos del sufrimiento del inocente, y pensaremos que esas muertes son daños colaterales e inevitables: 
Por el bien de un clan, entregar una víctima en cada generación tampoco es mucho. Es un sacrificio por causa mayor, y ese sacrificio incluso honra a la víctima ¿no? "Pobre, qué generosa fue esta persona, dando su vida por todos nosotros. Por la familia. Por la tribu. Honrémosla. Lloremos por ella. Hagámosle un monumento. Y sigamos con nuestros asuntos y negocios después... Porque la vida es así"

Pero hay más cosas que tengo que decir. Mis guías me han dicho que este tipo de pactos nunca funcionaría de hacerlo un miembro familiar que no fuera el padre, ni la madre. El pacto de alguien sin hijos quedaría limitado a su propia persona, y aunque quisiera hacerlo extensivo a otros, eso no se haría efectivo. 

 ¿Por qué funciona así la cosa? Porque cuando te conviertes en padre o en madre, se te abre una puerta interior que te da acceso a la energía vital trascendente del árbol familiar. Este acceso es para que a través de tí esta energía vital llegue a tus hijos. 

Es decir: al padre y a la madre se le dan las "llaves" del uso de la energía vital latente en cada árbol. Esto es así para que canalicen adecuadamente esta energía vital hacia sus hijos. Pero en muchas ocasiones, los padres y madres no conscientes o con un interior torcido o desordenado según la Ley de la Vida, en lugar de canalizar a los hijos e hijas la energía vital, utilizan su llave o su poder para manipular la energía, para robarles incluso lo que les pertenece por derecho (robo de energía vital de padres y madres, a hijos e hijas) o la usan para proyectar y crear realidades en las vidas y destinos de los hijos e hijas, realidades que beneficien o sirvan a los intereses (muchas veces inconscientes y ocultos) de los padres y madres, de las familias o de los clanes.

Por lo tanto, existe una importante toma de conciencia que uno debería -idealmente- realizar al convertirse en padre o madre: "Me van a dar las llaves de acceso a la energía vital de mi árbol familiar. Todo ese poder vital va a llegar a mí. Este poder está especialmente diseñado para materializar realidades, puesto que es un poder vital enfocado en crear vida, encarnar, crear cuerpos, hijos. Por lo tanto ¿cómo voy a emplear este poder vital con fuerte tendencia materializadora? ¿Qué realidades o sueños voy a proyectar en la vida de mis hijos? Mejor me hago consciente de mi poder como padre o madre. Mejor hago todo lo posible por enfocar la "materialización" de realidades del modo más puro, benéfico y dichoso posible para mis criaturas. Mejor cuido de no robarles lo que es suyo, de no usurparles su energía vital, ni su derecho a usarla como deseen"

Si en el pasado todo el mundo hubiera sido consciente de esto, otro gallo nos cantaría. Dado que no es así, casi todos heredamos pactos y contratos que no han sido realizados por voluntad de nuestra "alma" por así decirlo, sino por antepasados de consciencia no siempre recta. Y algunos pactos no se descubren hasta que se movilizan cuando uno decide hacer cosas nuevas e inéditas en su vida, como por ejemplo convertirse a su vez en madre o padre, o intentar una empresa que, dentro de su contexto familiar, resulte novedosa, revolucionaria o un desafío.

Pues ahí lo dejo. Por supuesto, la única receta que conozco para deshacer pactos y contratos es la misma de siempre: vida interior, toma de conciencia y oración

Sí, porqué no decirlo, oración, es decir: enfocarse en "pedir" a lo que es Mayor que nuestro "yo" y mayor que la realidad que conocemos desde el "yo" (... unos lo llaman Dios, otros "Lo Uno", otros "El Universo", otros "La Vida"...) que nos inspire la fuerza y claridad necesarias para hacer lo justo, lo preciso, lo adecuado para resolver tal obstáculo. Porque si nuestro "yo" ya lo supiera, no tendríamos este problema. Y si la solución estuviera a la vista, en la realidad que ya conocemos, tampoco estaríamos teniendo el problema.

Abrirse a ser enseñado, inspirado y guiado por aquello que es "Mayor" (y ya, puestos a pedir, por lo que es Mayor que Lo Mayor, Suprema Grandeza y Sabiduría) es el único modo que conozco personalmente para recibir enseñanzas rompedoras de mi viejo status, para ser sorprendida, al darme cuenta de lo que nunca ví; para sentirme inspirada, con ideas, claridad y fuerza, en una situación que anteriormente me asfixiaba.

Porque asumir que existe "Lo Mayor" (Dios) y predisponerse a abrirse a Ello es el único modo en que puedes ver (si es que es posible) los planos de la jaula mental en la que vives. Pues ya no es tu visión de encarcelada la que te guía, nada más viendo los ladrillos y los barrotes, sino la visión "de arquitecto", de "águila", de conciencia con perspectiva y conocimiento de los entresijos, de consciencia de lo que hay dentro de las entrañas del mundo...